Thursday, November 7, 2013

El coste del intervencionismo en Hong Kong

El coste del intervencionismo en Hong Kong. WSJ Editorial

En contra de las afirmaciones del gobierno, las tasas dificultan más los negocios a las pequeñas compañías.
Wall Street Journal, Nov. 5, 2013 11:16 a.m. ET
Translation of  The Cost of Hong Kong's Interventionism to Spanish
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303482504579179251139447562

El gobierno de Hong Kong se ha resistido fuertemente a aceptar a los críticos que sugieren que sus esfuerzos por frenar la actividad del mercado inmobiliario local perjudica su reputación de políticas de libre mercado y pro-crecimiento. Quizá es hora de que se lo piensen de nuevo. Vean el nuevo informe que muestra que la intromisión del gobierno en ese mercado está dañando el clima de los negocios en el Territorio.

Aunque Hong Kong figura en el segundo lugar en el informe Doing Business 2014 del Banco Mundial, publicado la semana pasada, la posición del Territorio en la categoría "facilidad para registrar propiedad" se desplomó del puesto 60 al 89. La caída refleja el incremento hasta el 7.5% en febrero, un 100%, de las tasas aplicables a las transacciones inmobiliarias comerciales (no de viviendas). El gobierno ha tomado esa decisión después de varios intentos por enfriar el mercado residencial con impuestos especiales que simplemente desviaron el capital al mercado no residencial.

El informe Doing Business resalta lo que esos impuestos significan para pequeñas y medianas empresas en términos prácticos. En promedio, la transferencia de una propiedad comercial ahora cuesta el 7.7% de su valor tras añadir impuestos y tasas. Antes de que entrase en vigor la nueva tasa estaba en el 4%, si bien solo es aplicable a las transacciones de mayor cuantía. Aunque otros aspectos de la política económica de HK son pro-crecimiento, esto representa un innecesario coste añadido sobre las pequeñas empresas, que solían ser las mayores beneficiadas de la señera política hongkonesa de mínima interferencia en la economía.

Esto debería ser un llamamiento al gobierno, que ha intentado argumentar desde el principio de sus escarceos en el asunto de la nueva tasa que estas medidas eran excepcionales y afectarían solo a los inmuebles. Los críticos advirtieron en aquel entonces, 2010, que la primera tasa especial sobre propiedades residenciales pondría al Territorio en una pendiente resbaladiza por el abandono de lo que un antiguo ministro de economía llamaba "no intervencionismo decidido". Como respuesta, el portavoz del gobierno, Michael Wong, escribió una carta al director de este periódico prometiendo que el nuevo impuesto "[no tendría más implicaciones para las políticas de bajos impuestos, pro-empresas]", calificando las críticas como "[claramente de magnitud incorrecta]".

El deslizamiento del gobierno hacia los impuestos especiales para la propiedad comercial ha demostrado que los críticos tenían razón y el informe del Banco Mundial indica que las pequeñas empresas están pagando el precio de esta metedura de pata. Por mor de los emprendedores del Territorio, es hora de que el gobierno de HK lleve de nuevo sus políticas inmobiliarias al decidido no intervencionismo que funciona tan bien para otros sectores de la economía.

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Translation to Catalonian: http://www.bipartisanalliance.com/2013/11/el-cost-de-lintervencionisme-hong-kong.html

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The Cost of Hong Kong's Interventionism
Contrary to the government's claims, stamp duties are making it harder for small firms to do business in the city.WSJ, Nov. 5, 2013 11:16 a.m. ET
http://online.wsj.com/news/articles/SB10001424052702303482504579179251139447562

Hong Kong's government has steadfastly resisted any suggestion that its efforts to curb the local property market dent its reputation for free-market, pro-growth policies. Maybe it's time they reconsidered. Witness a new report showing that government meddling in property is harming the territory's business climate.

Although Hong Kong ranked second in the World Bank's 2014 Doing Business study released last week, the territory's rank in the ease-of-registering-property category plummeted to 89th from 60th. The drop traces to Hong Kong's doubling of stamp duty on commercial property transactions to 7.5% in February. The government levied this after its earlier attempts to cool the residential market with special taxes merely shunted capital into the commercial real-estate market.

The Doing Business report highlights what these taxes mean to small- and medium-sized businesses in practical terms. On average it now costs 7.7% of a property's value to transfer a commercial property when you include fees and taxes. That's up from 4% before the special stamp duty was implemented, though the duty only applies to larger transactions. Even though other aspects of Hong Kong's economic policies are solidly pro-growth, this represents a needless cost on small firms. They used to be among the biggest beneficiaries of Hong Kong's longstanding policy of minimal interference in the economy.

This should be a wake-up call to the government, which has tried to argue since the beginning of its stamp-duty forays that the measures were unique and would affect only property. Critics warned at the time that the first special duty on residential properties in 2010 put the territory on a slippery slope from its history of what a former financial Secretary called "positive noninterventionism." In response, government spokesman Michael Wong wrote a Letter to the Editor of this paper promising that the new tax would not have "wider implications for the territory's low-tax and business-friendly policies," calling these suggestions "well wide of the mark."

The government's slide into special duties on commercial property proved the critics right, and the World Bank report suggests small businesses are paying the price for this property fumble. For the sake of the territory's entrepreneurs, it's time Hong Kong's government returned its real-estate policies to the positive noninterventionism that works so well in other corners of the economy.